Un policía que en su tiempo libre trabaja como asesino a sueldo, es contratado por un padre y su hijo, para asesinar a la madre de familia y cobrar el dinero del seguro. Pero la madre sólo es madrastra, y pronto nos damos cuenta de que no es precisamente un pozo de dulzura. Por otra parte Chris – el hijo – arrastra una deuda pendiente que incluye la constante amenaza de unos matones. El plan no saldrá del todo como se esperaba, ya que las duras condiciones que impone el imperturbable mercenario para realizar su trabajo serán imposibles de cumplir. Con ácidos y magistrales golpes de humor, asistimos a las evoluciones de ésta familia de perdedores. En realidad todo el contexto de la película destila ironía y humor negro. La sordidez está a la orden del día en este filme dirigido por Friedkin, que ha tenido un gran éxito de la crítica en Estados Unidos.

OPCION 2